martes, 22 de noviembre de 2016

Coge aire

Es como una de esas drogas duras de las que te avisan desde bien temprano. De ésas que hacen que te sangre la voz. De ésas que te dicen lo que quieres escuchar. De ésas que convierten en diablo hasta al más santo. De ésas de las que cuesta media vida salir y otra media olvidar. Y cuando se olvida es porque no se respira.

Es como ese atardecer perfecto que encuentras al final de un día imperfecto y sabes lo poco que dudará. Y aún así no puedes dejar de mirar como quien mira la más bella historia de amor desde fuera.

Es como acercarse al fuego cuando sabes que quema y marca.

Es atracción fatal.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Sin cenar

Todo lo que le gusta es inmoral, ilegal, engorda, está casado, tiene críos, se baja en la próxima parada o colecciona aspiradores. Y luego dicen que el amor se encuentra en cualquier parte. Como no sea que se esconde cuando aparece... Con éstas, salir a la calle es impensable, tantos pies por ahí, tanta prisa y tan pocas risas. Ya no hay ni sitio donde esconderse. Pobre gato sin ratón.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Gestos

Llegó y se sentó. Sin más. Sin hablar. Sin mirar. Echó un vistazo alrededor, como buscando un nuevo detalle en el que centrar su mirada curiosa. Entre tanto, mientras observaba como un bebé coerreteaba, sacó una caja pequeña y negra, de terciopelo.
Se giró, llamó mi atención y la empujó hacia mi.

martes, 9 de agosto de 2016

Cortar por lo sano

Tengo ideas de mierda absolutamente todos los días que me levanto de la cama. Hoy, por ejemplo, tengo la idea de saltar a la vez que toda la población china y participar en el fin del mundo. No sé, por hacer algo distinto y evitar la aburrida monotonía.
Hubo un día que, cegada por el sueño quizás, decidí llevar a cabo la idea de cortarme el pelo. Mucho. MUCHO. 
Creo que me desintoxiqué, radicalmente. Lo mejor de todo es darse cuenta, poco a poco, de haber dejado atrás todo eso que lo único que conseguía era quitarme el sueño. No me molesta esa canción, ni siquiera recuerdo el nombre. Tolero bastante bien los recuerdos. Doy libertad a la imaginación. Y lo que ahorro en champú no está escrito.
Dejo que, de vez en cuando, otra idea peregrina me asalte.
Como el ser feliz, porque porqué no.

lunes, 11 de julio de 2016

Dos palabras bastan

Me gustan las sopas de letras. De las de pasta. De las que te permiten escribir todas las historias imaginables y todas las incontables. De las que de un plumazo, más bien una cucharada, desaparecen y aquí no ha pasado nada. Que las soplas y se enfrían, como los recuerdos hundidos en el pozo de la memoria.

martes, 31 de mayo de 2016

Que ya no podrá ser aunque yo esté de vuelta

Decidimos saltar con los ojos cerrados para no vernos asustados.
Fue lo mejor del día.
Me cogiste de la mano cuando no sabía ni donde estaba para dejarme colocada en el universo de las letras.
Me dijiste que parara cuando iba corriendo.
Me ofreciste el mar y me ahogué con la primera ola.
Me empujaste, cerré los ojos y olvidé.
Saltaste y ni te acuerdas.

miércoles, 20 de abril de 2016

No soy yo, sois vosotros

Vivo rodeada de gente tan alta que me duele el cuello un día sí y otro también. Me tapan, me pisan, me llevo codazos en la cabeza. Me empujan, me saltan, me tapan, me incordian.
Y me gustan. Me apoyan. Me protegen, me salvan, me levantan.

martes, 5 de abril de 2016

La dura vida del estudiante NiNi

Ha surgido cierto revuelo durante el día de ayer cuando los medios se hicieron eco de la noticia sobre un joven biólogo becado por Princeton para cursar su doctorado allí. Él es biólogo y, como tal, me toca de cerca. Había sido rechazado diez veces en España, donde la ciencia queda relegada a un segundo plano. Ni FPI, ni FPU, ni becas privadas... Nada. Desesperante.
En este terruño de pandereta en el que vivo, a nuestros queridos políticos de turno que están en las altas posiciones no les interesa lo más mínimo la ciencia, la investigación ni el futuro. Mis profes la semana pasada lo sufrieron en sus propias carnes, al igual que otros cuantos. Porque para qué, si el turismo de sol y playa, los guiris y la fiesta nos van a mantener.

La cruda realidad del joven científico no es de color de rosa. Hubo un change.org en contra de las prácticas no remuneradas de periodismo de la UCM. En ciencia, si quieres investigar, te metes en un grupo de investigación, gratis, en el que echas las horas necesarias, las innecesarias y más. Y si te tienen limpiando tubos de ensayo, te jodes, te callas y lo haces; que estás en un laboratorio y muchos matarían por ello. Y desde ahí, hacia arriba. Esto me lo dijo mi profe de Biología del instituto, tal cual. Y por él he hecho lo que he hecho, eh.

Mi facultad dispone de conciertos con ciertas empresas externas para hacer prácticas, optativas, en las que no te pagan en su gran inmensa mayoría. Y si tienes suerte, trabajas como biólogo. Si tienes menos suerte, cubres las vacaciones del recepcionista.

Si el director del grupo de investigación en el que estás es un hijo de puta al que no le importa quién ha sacado adelante ese trabajo, va a publicar y ni se te ocurra buscar tu nombre como coautor. Ni si quiera en los agradecimientos. Esta gente existe, de verdad.

Si el que te enseña es un técnico o un doctorando, hay que estarles agradecidos de por vida. Porque hacen su trabajo, te enseñan y te cuidan.

Hay vida fuera de la investigación, sí, por supuesto. Pero dentro... Para meterse, hay que saber que es un estilo de vida, que las 8 horas diarias son mentira, que la conciliación se la pasa todo el mundo por el arco del triunfo, que no duermes si no salen los resultados, que no descansas hasta encontrar financiación, que la vida es dura y cara y ni cobras ni esperes cobrar.

sábado, 2 de abril de 2016

Al abismo

No quiero que el tiempo me arrastre como me arrastras tú cada vez que me dices "ven" y yo digo "vale". No quiero y no debo. Y volvemos a las mismas: siempre igual, siempre sin deber y siempre a punto de no querer. Siempre saltando al abismo en mi cabeza, que tiene todos los arneses de seguridad truncados, que tiene todas las redes para protegerme rotas.
No como tú.

martes, 15 de marzo de 2016

Mira por dónde andas

Apenas ha pasado medio día de todo. Sólo sabe que se ha cansado de mirar hacia atrás, huir ya no es lo que era.
Antes, cuando miraba hacia delante sin preocuparse por lo que le acechaba por detrás, huía con gusto. Huía hacia ese futuro que nunca alcanzaba pero siempre veía. Huía sabiendo que jamás se desharía de ello. No puedes deshacerte de ti.
Pero, oye, que por huir, ignoraba las piedras del camino. Hasta hoy.
Hoy la piedra era especial. Era una de esas que miras al detalle, que buscas los destellos que se desprenden por cada rayo de luz. Aunque sigue huyendo, sin la piedra que le ha hecho tropezar esta mañana.
No puede dejar de mirar hacia atrás ante la sospecha, bastante bien infundada, de que la piedra no quiere que se vaya.

Malditas piedras de tropezar que hacen que les cojas cariño y todo.

domingo, 13 de marzo de 2016

La Palabra

Sube el volumen y cierra con fuerza los ojos. Cree que así la realidad se disipa. Cree que así la verdad se mantendrá alejada.
Y no sabe lo que se equivoca.
Sin la realidad no hay complementación, y sin complementación no hay vida. 

jueves, 3 de marzo de 2016

Desinformación en la era de la información

Cuando te levantas una mañana y lees que un niño ha muerto por difteria porque no estaba vacunado crees, en tu ignorancia, que es un caso aislado.
Cuando, cada vez más, oyes a diferentes padres que no quieren vacunar a sus hijos, comienzas a preocuparte.
Cuando te enteras de que la UB llevaba desde 2004 impartiendo un Máster de homeopatía, te asustas. Y te asustas más cuando indagas y encuentras otras universidades que lo imparten.

Como estudiante de Ciencias, me asusto cada vez que enciendo la tele y veo una burrada; cuando pongo la radio y hay algún tertuliano de poca monta hablando sobre el futuro prometedor de no sé qué nuevo descubrimiento sin tener ni idea; cuando leo en TW o FB la explicación "científica" de la personalidad según tus dedos de los pies, el corte de pelo o tu color preferido; cuando aparece por algún lado un post con un listado de enfermedades causadas por el WiFi...

Si no has leído el Quijote, eres un inculto; si no has escuchado jamás a los Beatles, ¡oh, por favor, increíble!
Ahora, todos somos pequeños expertos en macroeconomía, fútbol, derecho, política, historia y mecánica. "Cuñadismo" se le llama.

Sin embargo, vivimos rodeados de creyentes consumados de las piedras mágicas, señores del espacio, generación espontánea, todo-tipo-de-ondas-son-perjudiciales, sólo-tomo-productos-ecológicos-porque-lo-demás-da-cáncer, las-bacterias-son-malas, o, mi tipo favorito, los-transgénicos-matan.

Muchas veces callo, porque cómo le digo a mi tía la del pueblo qué es un trasgénico si ni siquiera sabe qué es el ADN.

Y ahí está el problema. La ciencia básica del instituto no cala en la sociedad. Y una sociedad desinformada es una sociedad controlable.

El colectivo antivacunas es cada vez mayor, las ventas de productos homeopáticos (AGUA, bonitos) aumentan, la destrucción del medio da igual porque, oye, si da trabajo deforestar la selva del Amazonas se hace y punto. Ah, lo de que todos venimos de Adán y Eva lo sigue creyendo mucha gente.
Y si DiCaprio no gana un Oscar y en su discurso habla del Cambio Climático, ni se menciona siquiera en los telediarios. Que, total, si sube el nivel del mar, mi casa de Albacete será primera línea de playa.

No se ven los documentales de La2, da mucho más dinero ser una verdulera que merienda en un plató de Mediaset cada tarde que llevar cien programas en Saber y Ganar. El programa de Ángel Martín, Órbita Laika, fue ninguneado por la televisión pública, esa que pagamos todos, cambiándolo de franja horaria y día de la semana y eso que era maravilloso por sencillo, didáctico y ameno.
Ninguna televisión se atreve a poner un programa de ciencia en prime time porque en esta sociedad de borregos que sigue a la zanahoria, se prima la belleza. Aunque seas gilipollas.

Y sí, se hace buena ciencia en España.
Y sí, es necesaria una mayor inversión en Ciencia en España.

Pero siempre nos quedará Internet, ¿no? Ese bonito lugar que permite el acceso al conocimiento, al saber y a los vídeos de gatitos.

sábado, 13 de febrero de 2016

Proyectos de pasado

Antes del insomnio
había sueños,
antes de un futuro juntos
había un pasado solitario.

Antes de perderme en la noche
salía cada día a buscarte,
antes de pensarnos,
luchaba por no tenernos. 

«Antes de ti yo ya existía.»

viernes, 8 de enero de 2016

Como si no fuera conmigo

No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. O te lo roban. O te lo recuerda una de tantas redes sociales entre las que me encuentro.
Y sólo entonces recuerdas. Recuerdo que me gusta la fotografía. Recuerdo que no sé hacer una maldita fotografía buena. Recuerdo que escribo, que tengo un cuaderno azul, sin rayas y escrito en verde. Recuerdo que tengo en tareas pendientes una cata de vinos y otra de cervezas. Como mínimo. Recuerdo que perdí una bufanda en primero y nunca apareció. Y recuerdo que estoy en cuarto y esto ya se acaba.
Recuerdo a mis amigos con distintas canciones. Recuerdo que, durante un tiempo, no quería estar donde me había tocado estar. Recuerdo ese nudo en la garganta y las mariposas revoloteando en mi estómago. Y recuerdo que dejaron de volar a base de golpes.
Recuerdo que quiero volver atrás en el tiempo y no salir corriendo. Recuerdo que me pierdo y me encuentro cada noche, cuando todo acaba y marco las distancias. Recuerdo que no marqué ese número. Recuerdo que una vez me robaron un cachito de mí y que me siguen temblando las manos.
Recuerdo que el mundo se está yendo a la mierda y yo soy culpable. Culpable y responsable.
Recuerdo que los charcos están para saltar en ellos y volver a casa con los pies fríos. Pero no ahora, porque ya no me hacen falta charcos, porque siempre tengo los pies helados.