martes, 31 de mayo de 2016

Que ya no podrá ser aunque yo esté de vuelta

Decidimos saltar con los ojos cerrados para no vernos asustados.
Fue lo mejor del día.
Me cogiste de la mano cuando no sabía ni donde estaba para dejarme colocada en el universo de las letras.
Me dijiste que parara cuando iba corriendo.
Me ofreciste el mar y me ahogué con la primera ola.
Me empujaste, cerré los ojos y olvidé.
Saltaste y ni te acuerdas.

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