miércoles, 10 de agosto de 2016

Gestos

Llegó y se sentó. Sin más. Sin hablar. Sin mirar. Echó un vistazo alrededor, como buscando un nuevo detalle en el que centrar su mirada curiosa. Entre tanto, mientras observaba como un bebé coerreteaba, sacó una caja pequeña y negra, de terciopelo.
Se giró, llamó mi atención y la empujó hacia mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario