A ver cómo te explico, sin ahogarme en el intento, que ya nada es lo mismo. A ver cómo lo hacemos, sin quitarme de en medio, callar todo lo que fuimos. A ver cómo vivimos sin materializarte lo que siento.
Los domingos son ese día, ese triste día, de recuerdos en barril de cerveza fría. Y no soy capaz de olvidarlo, sobre todo porque no quiero olvidarlo. Y no quiero porque no puedo. Y así hasta que uno se duerme casi sin buscarlo, pero pensando en soñarlo. Un sueño de esos en los que corres y no avanzas. Un sueño de esos bonitos porque no avanzaba pero era a tu verita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario